Valor
arquitectónico, valor histórico, valor de antigüedad.
Sobre los nuevos
usos a dar a los edificios del pasado.
Relación entre lo
antiguo y lo nuevo añadido en la acción restauradora:
-
La cuestión del
lenguaje.
-
Técnicas y
materiales a emplear en la restauración.
No
es sencillo realizar consideraciones apriorísticas, sobre el proyecto de
restauración, sin entrar en contradicciones en lo que uno considera sus
criterios de intervención en un proyecto de restauración.
Resulta
complicado, hablar en términos generalistas, como receta única en la restauración. Cada
localización y cada situación exigen un punto de vista adecuado a los fines que
se pretenden en el proyecto restaurador. En este sentido parece más razonable
no tener a priori ningún condicionante ni limitación que pueda desviar la
atención a lo que realmente interesa en la restauración, que considero es la
puesta en valor y su futura gestión del objeto – conjunto - construcción
restaurado/a.
Partiendo
de las premisas que condicionan al lugar en un proyecto de restauración,
podríamos valorar las diferentes hipótesis que condicionarán el futuro de su
intervención.
En
la situación de una parcela en ruina, casi como resto arqueológico, que se
proponga como lugar de estudio y construcción de edificio que simbolice y sitúe
en el paisaje, la referencia arquitectónica que haga reconocible el lugar
respecto su entorno, la intervención pasaría, según mi criterio, por cubrir el
espacio de trabajo con una construcción alegórica al objeto o edificio que pudo
existir en el lugar. En este sentido, el volumen deberá soportar las luces
necesarias para cubrir todo el yacimiento arquitectónico, debiendo ser ligero
física y conceptualmente.
En
este sentido, las construcciones de metal y madera o materiales que yo
considero “amables” permiten espacios de trabajo, ligeros y fácilmente
adaptables, en forma y en materiales compatibles con el fin previsto.
La
forma de la cubierta dependerá del entorno físico, pero podría ser aquella que
las hipótesis de trabajo de las investigaciones históricas y arqueológicas
consideren más factible. En este sentido, el criterio debería ser el más
antiguo, según lo que tuvo de importancia en la modificación del lugar de
asentamiento primitivo. Aldea primitiva o monasterio…prevalecería el monasterio
por su característica forma e importancia en la variación tipológica, pudiendo
hacer gíños a la aldea inicial, aunque sólo sea en planta, para entender el
proceso histórico de la formación del conjunto que restauramos.
En
la situación de una construcción en mal estado que precise de una intervención
importante, para mejorar su imagen y actualizar su uso, como espacio cultural,
turístico etc. El proyecto debería intervenir sobre las construcciones
existentes, muros, cierres o parcela original.
En
este sentido, las hipótesis históricas y arqueológicas, podrán dar pistas sobre
la adecuada intervención, no obstante, mi criterio sería ante todo, recuperar
las formas principales que hubo, o pudo haber, aunque solo sea para atraer la
atención del visitante, en estilo, forma y material que el proyecto decida. Se
agradece, la recuperación de técnicas y materiales que pudieran haber existido
en la época de construcción del edificio, no obstante no desperdiciaría
aquellos materiales herederos de aquellos que dispongan mejores prestaciones
para el acondicionamiento y durabilidad del edificio resultante. El propio
edificio y su entorno urbanístico próximo, condicionarán en gran medida las
decisiones finales, donde se descartarán aquellas propuestas que aunque puedan
ser interesantes, no puedan ser reconocibles por influencia del entorno actual.
Me
atrevería a ampliar el ámbito las propuestas edificadas de nueva planta,
incluso fuera del ámbito, a fin de proteger o destacar, el edificio o conjunto
a restaurar. Si con ello, se hiciera más comprensible el conjunto del mismo.
Léase,
recuperar el parvise frente a las catedrales góticas, aunque sólo sea volumetricamente,
o simbólicamente en la urbanización.
Una
forma de hablar de cómo entiendo el proyecto de restauración es aplicándolo con
un caso concreto; Sasiola. Emplazamiento histórico, cuya construcción mas
visible actualmente es la iglesia y los casi desaparecidos muros del conjunto
conventual.
Peculiar
por su situación en ribera, con una situación estratégica, en el comercio en la
antigüedad, condicionada por el camino de santiago de la costa y las
limitaciones legales en la actualidad, como el límite marítimo terrestre, o la
inclusión de la carretera en el siglo XIX, partiendo la parcela original en
dos.
Aquí
la recuperación del edificio y su representación en el territorio pasaría según
mi criterio, por hacer visible el entrono completo del conjunto incluyendo su
volúmenes originales, sin entorpecer a las futuras investigaciones
arqueológicas que pudieran realizarse continuamente. En el podría situarse la
escuela de artes y oficios, incluyendo una escuela de canteros de piedra o el desarrollos
de prácticas de arqueología en campos de trabajo temporales,
Esto
podría realizarse construyendo cubiertas o volúmenes sobre las ruinas del
convento, con unas ligeras estructuras con metal y madera, dejando libres las
plantas bajas, cubriéndolas y con plantas accesibles para los trabajos de
arqueología y limpieza. Las nuevas construcciones podrían servir para hacer
visitables los trabajos y exponer en los mismos los resultados de las investigaciones
que se lleven a cabo, además de hacer visible el volumen que pudo ocupar el
convento en su plenitud. Solo pilares delgados, con mínimas
cimentaciones,
situadas fuera de las alineaciones originales, para hacer posible la integración
de nuevas construcciones,
sobre restos arqueológicos y en un futuro permitir levantar
parcialmente pórticos con material extraído de la propia ruina, bajo las
construcciones “temporales”.
No
propondría uso alguno incompatible con la legalidad vigente, como aseos, salas
de estancias prolongadas, habitaciones, aulas, zonas habitables etc. para
evitar conflictos con la ley de costas, y sobre todo para evitar condicionar
las investigaciones con la inclusión de servicios como el saneamiento,
abastecimiento de agua, climatizaciones etc.
Las
galerías visitables podrían exponer piezas, paneles o material de la misma
excavación. Las zonas de taller, aulas, aseos, estancias temporales,
habitaciones, albergue etc. podría situarse en el perímetro de la huerta, lejos
de la afección del conjunto original, pero dibujando el conjunto en su totalidad,
con nuevas construcciones.
Resulta
interesante configurar formalmente el conjunto que existió o pudo haber
existido, con construcciones de nueva planta que hagan más reconocible el
conjunto conventual de Sasiola, pudiendo incluso condicionar la carretera,
cubriéndola uniendo todo el conjunto
sobre su cota, o modificando su trazado…
Estas
construcciones podrían ser totalmente actuales y de arquitectura reconocible
respecto a la original, si bien respetarían la materialidad del mismo, pudiendo
repetir texturas, colores y materiales originales.
El
lenguaje arquitectónico actual al servicio del concepto e imagen conventual
original.
La
hipótesis de trabajo puede ser discutible, no obstante busca permitir la
consolidación del conjunto, su puesta en valor y su mantenimiento futuro.
Hipótesis volumétrica, basada
en tipologías de conventos contemporáneos del s XVI, aplicada en un ejercicio conceptual
para reconvertir el convento del siglo XVI, en un edificio del siglo XXI, incluyendo los condicionantes de
la actualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario