2011/10/21

LA INTERDISCIPLINARIEDAD

Contexto:


BIENAL DE LA RESTAURACIÓN MONUMENTAL
La interdisplinariedad ¿Una concesión al lenguaje políticamente correcto?
Agustín Azkarate Garai-Olaun (Arqueólogo, universidad del País Vasco ALPRM)

REDACCIÓN SOBRE:
Monumentuen zaharberrikuntzari buruzko 2. BIENALA – 2 ª BIENAL de la restauración monumental

Una reflexión sobre si realmente la interdisciplinaridad son tan válidas en la práctica como en la teoría. Se analiza la diferencia entre la multidisciplinariedad, observando en ésta la prevalencia de una disciplina, ayudada por otras en su camino para obtener resultados. Destacando la interdisciplinariedad en sus diferentes grados: aplicación, epistemológico y concepción o generación; como un modo de crear una línea de investigación o estudio dependiendo de los objetivos y resultados obtenido por cada una de las disciplinas. Es decir el objetivo puede ser uno y derivar en otro. El análisis puede ser de un tipo, posteriormente modificado según conclusiones de cualquiera de las disciplinas aceptadas, consensuadas y confirmadas con el resto. El estudio puede dirigirse a un ámbito y producir efectos y resultados interesantes en otro. Es lo que entiendo por interdisciplinariedad.

La definición de Arqueología de la Arquitectura, mezcla dos disciplinas, que a su vez incluyen muchas más. No obstante la restauración y la protección del patrimonio deben abordarse incluyendo el concurso de más disciplinas, como la historia, el arte, la economía, la protección del medio ambiente, la sostenibilidad…

La incorporación de conocimiento es tan valido como la incorporación de actitudes diferentes frente a un  mismo tema. Adquiere valor importante el perfil personal del interviniente en la restauración. Su cualificación es tan importante como su versatilidad y personalidad dialogante. Da la sensación que el éxito depende tanto de la adecuada elección del equipo como de los medios disponibles para abordar la restauración. No obstante y teniendo en cuenta que venimos reflexionando sobre cómo abordar una formulación más contemporánea en las formas y los modos, estamos obligados a lidiar y negociar con todo tipo de aptitudes y actitudes, aprendiendo de todos los procesos y personas intervinientes y sacando lo mejor de los mismos, sin olvidar el fin del proceso: La restauración del patrimonio construído, como objeto del trabajo.

Interesante la reflexión sobre el “binomio conservación/conocimiento” (A.Azkarate Garai-Olaun 2004) donde convertimos el período de tiempo del ejercicio de restaurar, en el de lectura e interpretación del pasado del propio edificio – ruina y de las diferentes épocas, periodos y acontecimientos acaecidos en el mismo y su entorno. De manera que no hay que despreciar éste ejercicio pues puede tener recompensas de gran valor hacia el conocimiento y quien sabe si hacia otros derroteros.

Teniendo en cuenta la premura necesaria en todas las labores de restauración del patrimonio público, con presupuestos y auditorías continuadas, la incorporación de disciplinas diversas aceleran el proceso cognitivo, la toma de decisiones correctas y la obtención de resultados interesantes, no tanto por asimilación a tipologías conocidas, si no por criterios que cada interviniente responsable de la disciplina tenga a bien aplicar, de manera consensuada.
Por ello la “socialización del conocimiento” (A.Azkarate Garai-Olaun 2004) es interesante para reportar a la misma, todo lo que ella invierte en estas labores. Evitando que crezca la desconfianza y el cansancio general, hacia nuestro patrimonio y evitar que se convierta en un concepto molesto y problemático para nuestro día a día.
Los resultados pueden dar interpretaciones diversas y contradicciones respecto al criterio inicial, lo cual llevará a realizar comprobaciones o confirmaciones por todos los agentes, debiendo llegar a acuerdos. Esta parte es la que me parece más interesante. Desmontar leyendas urbanas, creencias, o afirmaciones por parecidos razonables.

La realidad supera la ficción
Hace un par de años conocí a un historiador, a raíz de unas reuniones sobre “propuestas de reutilización del convento de carmelitas descalzas de san jose en zumaia”. Este conocido historiador ha publicado libros y artículos con un tema común el origen de las sociedades. Los textos describen resultados de yacimientos, imágenes, fotografías, mapeados etc. y realiza interpretaciones con las cuales adelanta conclusiones. La interesante conclusión que ha llegado entre otras es que el origen de la humanidad (a falta de realizar alguna comprobación) se sitúa entre mi pueblo natal y su municipio vecino. La historia, novelada, no tiene desperdicio pero no adquiere más que ese aspecto, el de una novela. La concejala de cultura de nuestro municipio, cautivada por el completo discurso del historiador, lo invitó al pueblo a dar una charla que terminó ofreciendo sus libros de historia. Posteriormente le invitó a presentar su propuesta de reutilización del convento de carmelitas. Su propuesta era crear un archivo completo de toda su obra, el cual cedería gustosamente, formando lo que el llamaría “fundación sobre el origen del pueblo basco”… y supongo que de la humanidad, o algo parecido…


Independientemente de las conclusiones escalofriantes que cabezas frías y corazones calientes pueden sacar con documentación sin contrastar de este calibre, el tratamiento de la información que podemos conseguir en el patrimonio histórico, nos debe servir para, sin apriorismos, crear hipótesis (pues siempre serán hipótesis) que nos acercarán a una posible realidad pasada.

Cada hallazgo, potencialmente puede ser una excepción, en la idea inicial sobre el objeto o construcción estudiada. Por todo ello, antes de sacar ninguna conclusión habría que analizar el conjunto como un elemento único en su especie, pues su información aportará más luz sobre el resto de estudios realizados en el mismo lugar o en similares yacimientos, ruinas o edificios. Ahí radica su importancia.

La trascendencia de un trabajo de restauración en la ciudadanía queda demostrada en el caso del proyecto “Abierto por obras” (http://www.catedralvitoria.com/), cuando leo en el “noticias de gipuzkoa” que:
“Juan Ignacio Vidarte Museo Guggenheim-Bilbao, Juan Ignacio Lasagabaster Fundación Catedral Santa María José Luis Galiana Basque Culinary Center”. “Ayer representantes de estos tres ejemplos de innovación turística desgranaron con emoción su particular experiencia durante un seminario sobre turismo organizado por el grupo de los Liberales y Demócratas europeos en el Parlamento Europeo.”

Destacar la fundación Catedral entre dos productos de élite, de promoción privada (con patrocinio público), con una actividad dirigida a un nivel cultural y social medio-alto; con un producto autóctono y surgido a raíz de una necesidad social, recuperar un edificio de nuestro patrimonio. Los tres ejemplos entran dentro de ejemplos innovadores en el turismo. El patrimonio restaurado como innovación turística. Quien lo hubiera imaginado…

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