2011/06/03

URBANISMO DE LA TERCERA VÍA

URBANISMO DE LA TERCERA VÍA

Las ciudades se crean y desarrollan de mil maneras, pero yo definiría dos grupos. El desarrollo orgánico y el desarrollo sintético.
El desarrollo orgánico ha formado las ciudades a golpe de necesidad, sin planificación y siguiendo patrones de migraciones masivas, vías comerciales o asentamientos progresivos y masivos. Lo que en pocos años se conoce por poblado, arrabales, barriadas, se asientan y van convirtiendo en barrios populares y con tradiciones asentadas dentro del núcleo poblacional al que se han adherido. Hace siglos, podía conocerse país. Actualmente son barrios pintorescos que han asentado su imagen y mejorado sus infraestructuras. El patrimonio cultural los admite como parte de nuestro valor urbanístico. Se han ganado la titularidad de barrio, pueblo o ciudad.
El desarrollo sintético ha modificado o creado las ciudades a golpe de dibujo sobre papel, a partir de la idea de una cabeza pensante. Este cerebro, cultivado e ilustrado, imagina las necesidades sociales, económicas y espaciales de toda una población y aventura una forma de ocupación del territorio. Incluso aventura el tiempo necesario para su desarrollo. Éste será proporcional al nivel económico del núcleo poblacional, marcado por hipotético evento o acontecimiento importante de la misma población no debe dejar pasar. Así hemos conocido avenidas abiertas al gran paris, para su control militar, o ensanches del siglo XIX, con tramas dibujadas a todo detalle. Hay propuestas que imaginan el aspecto de los edificios, su altura, porches, zonas de ocio y zonas de actividades económicas.
Actualmente hemos llegado a asumir directamente el desarrollo orgánico, aunque pensemos que los realizamos de forma sintética. Me explico.
La ley obliga a los núcleos poblacionales (municipios) al desarrollo de un plan general que ordene y gestione el futuro desarrollo del municipio. Este documento, sale de una cabeza pensante, cerebro cultivado e ilustrado, acompañado de otros cerebros cultivados e ilustrados en otras artes, que mejoran y completan la propuesta de ciudad. Los órganos superiores al municipio, pueden y deben controlar, los excesos o los defectos de la propuesta, lo que obliga a una revisión tras otra de la propuesta inicial, hasta que llega a actuar la política.
La política organizada por periodos de 4 años, tiene el poder de decisión sobre las actuaciones municipales, una de las cuales es el desarrollo urbano. Si el planeamiento a desarrollar a conseguido superar con éxito el trámite técnico y el político, iniciamos el proceso de creación o formación de nuevos territorios del municipio.
Una vez iniciado el proceso, los agentes interesados en desarrollar las zonas propuestas por el planeamiento, intervienen para adecuar sus propuestas (desarrolladas por cerebros cultivados e ilustrados) a la demanda existente, no siempre acorde con la época que se pensó el plan general. Por lo que insta al municipio, las modificaciones puntuales, del planeamiento general, que una vez aceptadas, inician otro trámite, a veces paralelamente con el trámite del plan general, que complican la gestión y el desarrollo último.
En definitiva. El resultado del planeamiento es una suma de actuaciones sintéticas de forma orgánica.
El urbanismo de la tercera vía.
Propongamos una vía alternativa. Podríamos hablar de una vía paralela. Una forma de gestión parecida pero diferente.
La diferencia está en que introducimos un factor preexistente: El propio territorio y sus normas. Debemos introducir las leyes de la naturaleza en el desarrollo de las ciudades. Debemos reintroducir, la naturaleza preexistente en le territorio que han ocupado las ciudades.
La ciudad podrá crecer siempre y cuando se mantengan las siguientes condiciones:
- Se respeten o recuperen los espacios naturales existentes.
- Se garanticen los corredores ecológicos, que permitan que la naturaleza y las especies existentes dispongan de espacios de habitabilidad con garantías.
- Dar continuidad a la trama urbana existente.
El crecimiento de las ciudades respecto al territorio existente debería ser por lo menos al 50%. Mitad espacio natural, mitad espacio urbanizado. Cuanto más alejado del centro urbano, mayor proporción del espacio natural por parcela.
Cuando se define espacio natural, no se tendrá en cuenta al parque urbano, o espacio libre que define la ley del suelo. Este espacio se considera urbano y urbanizado aunque tenga muchos árboles plantados. El espacio natural sería aquel que no va a tener actividad urbana, ni humana alguna, salvo el esparcimiento, igual que podríamos hacer en un parque natural.

Tercera vía en el territorio agrícola

El territorio no urbano, esta cuarteado por parcelas que en su mayoría están ocupados por actividad agrícola. Esta actividad es artificial, por lo que se deberá garantizar espacios naturales que atraviesen el territorio labrado o explotado, de forma que no interfieran agricultura y naturaleza (aunque son difíciles de unir).
Como ejemplo la propuesta de crear corredores ecológicos, compuestos por espacios arbolados en cuencas (acumuladoras de agua), que podían estar situados en los límites entre las diferentes propiedades, ocupando un porcentaje del suelo total de la parcela.

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