HÁBITAT
Las diferentes especies que
habitan en la tierra se han adecuado a entornos que favorezcan su desarrollo. El
entorno natural ha sido el objeto de consumo mas adecuado para la subsistencia.
Actualmente este concepto lo
enmarcamos al mundo animal y su entorno. El hábitat natural de las sociedades
se ha convertido en el pueblo, la ciudad, la urbe. La relación de los
habitantes humanos urbanos, con en entorno natural inalterado es puntual y a
veces inexistente.
Los espacios naturales inaccesibles
e inalterados son objeto de protección legal, para preservarlos de su más
peligroso depredador: el propio habitante humano.
La agricultura, antaño para
abastecimiento propio o limitado en su extensión, es actualmente fuente de
ingresos económicos, por lo que el territorio no habitado por el humano, es
transformado en tierra fértil, labrada o arbolada, para su posterior consumo.
REFLEXIÓN
La biodiversidad es un
concepto que nos resulta conocido por moderno. Progresivamente hemos ido
acotando el territorio natural de las diferentes especies, haciendo prevalecer
el territorio de la única especie consciente de su superioridad respecto al
resto. El habitante humano.
El desarrollo por el propio
desarrollo (para que parar), evita todo tipo de reflexión que mire a los lados
o hacia atrás, respecto al tratamiento que hemos hecho al entorno natural
preexistente. Todo lo que no de beneficio y sea un gasto es considerado un
problema. De esta manera y con la simple negociación económica con el
propietario de la parcela correspondiente tenemos opción de disponer de
cualquier entorno natural para ejecutar nuestra justificadísima actividad, en
aras de nuestro beneficio económico.
Las alertas de los expertos
respecto al consumo desaforado de los recursos naturales, solo han conseguido
legislar los niveles de emisiones, y cuantificar las indemnizaciones, que a la
postre sirven para ensuciar más el territorio afectado (por lo inservibles que
resultan ser).
LA TIERRA - LURRA
Mientras sigamos siendo
humanos, y en el proceso de convertirnos en biónicos, clónicos o transgénicos,
el medio natural que nos rodea, nos seguirá abasteciendo de lo necesario para la subsistencia. El progresivo alejamiento del humano respecto la tierra, tienen repercusión en la salud. La convivencia
del humano con materiales modificados (químicos, eléctricos, sintéticos),
afectan los equilibrios existentes en el cuerpo.
Las ciudades reducen a la mínima
expresión los espacios naturales, convirtiéndolos en espacios arbolados o
ajardinados. La biodiversidad se ha modificado y solo subsisten las espécies más
resistentes (roedores, humanos, insectos, vegetales varios, árboles). El resto
de las especies, salvo en un hábitat propicio, o propiciado (zoológico, parque
o similar), han migrado o desaparecido de nuestro entorno.
LOS CORREDORES ECOLÓGICOS
El concepto, conocido por
moderno, define éstos espacios naturales con biodiversidad poco o nada
alterado. La recuperación o mantenimiento de estos corredores, permiten a
especies existentes en nuestro territorio, atravesarlo sin problemas añadidos a
los propios de cada especie.
Las ciudades y los sistemas
generales que los hacen accesibles para el resto de humanos, en su desarrollo,
van cortando corredores ecológicos existentes, sin las medidas correctoras
correspondientes.
El movimiento ecologista,
por minoritario es la excepción que confirma esta tesis.
Las causa de “fuerza mayor”
o el “bienes necesario”, hace indiscutibles acciones contra la naturaleza, la
biodiversidad, en definitiva piedras contra nuestro propio tejado.
EL VALOR ECOLÓGICO COMO BIEN
NECESARIO
La inalteración del propio
entorno es en beneficio propio y debe ser gestionado con inteligencia y
proporción. La acción en el no deberá disminuir su valor natural preexistente y
si lo hiciera, debería recuperarse proporcionalmente. El habitante humano, debe
reflexionar sobre su entorno y tomar medidas respecto al uso y consumo que hace
de el.
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