2011/12/07

LA FORMA DE CONCEBIR EL EDIFICIO (y el pensamiento tipológico) EN LA ÉPOCA QUE SE PENSÓ


LA FORMA DE CONCEBIR EL EDIFICIO (y el pensamiento tipológico) EN LA ÉPOCA QUE SE PENSÓ
CLASE Nº4

El recurso del tipo
Proveniente de una “deformación” del pensamiento romántico, el pensamiento del concepto de la “tipología”, surge de la concepción de la raíz, de la referencia inicial, esencial del concepto arquitectónico. Recurrir al tipo ha sido un ejercicio muy habitual durante las diferentes épocas. Se puede decir que la manera de abordar el diseño de los edificios, no ha variado tanto entre el pasado y el presente, en el sentido que se recurre a las referencias y tipologías predominantes en cada época, para dar forma a un proyecto.
Los objetos de la intervención y el tipo arquitectónico
Según los pensadores del siglo XIX citan algunos sobre el concepto del tipo, refiriéndose a éste no tanto como la imagen si no como la idea que debe servir de regla al modelo, siendo el modelo el objeto que se debe repetir tal cual es; mientras que el tipo es un objeto que se puede repetir de manera infinita, sin que tengan que parecerse, ni formalmente, ni materialmente. Se entiende que todo proviene de un modelo inicial. Se busca el modelo inicial, aquel que nos sirva de modelo, para elaborar nuestra obra, siguiendo su esquema tipológico y aplicarlo al nuestro.
El tipo, se “extrae” de una serie de modelos; edificios existentes sinónimos, de clase, de familia, que disponen múltiples caracteres, objetos, líneas generales y similitudes, entre diferentes ejemplos.
Según Carlo Argham, el tipo se fija en la práctica o teoría arquitectónica, desde la cultura que la consume. Es un proceso de selección que lo separa de la serie, observando lo antiguo o anterior se deduce un esquema espacial, esqueleto o figura “alámbrica” que se puede transformar en elemento arquitectónico. El tipo puede disponerse a través del lenguaje arquitectónico, siendo necesario el contexto físico y humano.
El esquema: Si hablamos de tipo sería una variante formal de forma arquitectónica. Si hablamos de forma técnica, no sería un tipo.
La tipología (Tinum / tipos): Impronta permanente. Es típico, característico, perdura y es invariable. Lo accidental cambia características de la obra, dentro del tipo. Las intervenciones sucesivas (cambiantes) pueden terminar modificando el tipo original. Aún así, se mantienen los esquemas en un sustrato del esquema, que no afecta a la imagen abstraída.
El estilo: Relacionado con diversas coordenadas espacio-temporales.
El tipo: Mantiene invariables ciertas formas espaciales y consigue abstraerse de la época a la cual se materializa como forma arquitectónica.
La abstracción: Proceso de eternizar las formas y hacerlas abstractas, extrayéndolas de la forma arquitectónica variable. De la misma manera que el tipo se extrae de la forma arquitectónica como geometría abstracta de la realidad construida.
Tipos funcionales: Varían según su uso. No obstante, el tipo es invariable; independiente al uso que acoge.
Sir Bannister Vuelo Fletcher (1866, Londres  - 1953, Londres) arquitecto e historiador de arquitectura, publico “La historia de la arquitectura” donde representa ilustraciones de diferentes tipos edificatorios, comparándolos.

El monasterio cisterciense. La orden fundada en Francia “diseña” para sus “franqucias” un esquema compositivo, en base a unas condiciones de localización (cauces de ríos, orientaciones…) y unas disposiciones distributivas y constructivas (ausencia de decoraciones…) que se repiten, en sus diferentes ejemplos.


La orden cisterciense (en latín: Ordo cisterciensis, o.Cist.), igualmente conocida como orden del Císter o incluso como santa orden del Císter (Sacer ordo cisterciensis, s.o.c.) es una orden monástica católica reformada, cuyo origen se remonta a la fundación de la Abadía de Císter por Roberto de Molesmes en 1098. Esta abadía se encuentra donde se originó la antigua Cistercium romana, localidad próxima a Dijon, Francia

Las fundaciones de las misiones Jesuíticas cristianas en sudamerica

Siguen un patrón fundacional, para su construcción de las viviendas alrededor de la plaza frente a la misión.

El tipo de planta central representada por el Capitolio de Dacca, San Lorenzo de Milán, San Antonio de Belgrado entre otras.
La tipología adquiere un grado con el uso, que puede ser diferente al inicial, que le aporta un valor añadido. Cuando el edificio necesita una restauración, habitualmente el uso inicial ha concluído y se dispone la transformación para acoger uno diferente, o al menos adecuado a los tiempos de la obra restauradora; no obstante se mantiene el tipo original aún con otro uso.
Distinción del tipo, según su función
Según su distribución formal. Los tipos y subtipos.
La planta central representada en la función religiosa o rito, sea como construcción funeraria o para el culto a un dios o deidad. En este caso, es la función quien la dota de forma. Éste se va desarrollando en base a la modificación paulatina de la propia función, o la evolución de ésta, según exigencias del poder que las promueve.
Los autores, estudian y analizan los ejemplos más representativos construidos para la función a la cual deben adecuar las construcciones. De esta manera adquieren una visión de la historia en su conjunto. Una perspectiva histórica del tipo que van a desarrollar con su obra. El autor de esta manera, se transforma en mediador de la cultura heredada y la nueva materialización del tipo, que le ha servido de referencia. En definitiva, el autor se convierte en un artesano, repitiendo, con la herencia trasmitida de maestro a aprendiz, que repite la fórmula ya conocida, adecuada a la sociedad a la cual va dirigida la obra, donde a su vez existe una estructura gremial que con la que comparte conocimientos que facilitan la repetición y la consecución de un nuevo ejemplo del tipo de referencia. La rememoración del tipo.
De la planta central (de culto) a la longitudinal (de predicación).
La evolución la forma de trasmitir sus creencias, que los responsables de las religiones, deciden modificar en función de sus intereses, provocan el cambio de la planta central a la longitudinal, para mejorar el rito más predicativo; de esta manera el edificio que acoge el rito, debe aumentar la capacidad para recibir potenciales feligreses, en detrimento de la planta central, mas adecuada para el culto y la oración, bajo la forma que representaba lo absoluto, lo perfecto, culminado con la linterna de luz. Existen, ejemplos donde la planta central con el objeto de culto se encuentra en el centro y la meditación se realiza alrededor del centro, se va transformando en plantas centrales con capillas o retablos en el sector opuesto a la entrada, formando un eje que dota de direccionalidad al edificio, hasta plantas elípticas con clara direccionalidad, camufladas en lecturas de planta central, provocando un significado ambiguo.
Como gran ejemplo de esta evolución es la Basílica de San Pedro del Vaticano, donde Michelangelo Buonarroti (Caprese 1475  Roma 1564) diseña la planta central con una gran cúpula, que Carlo Maderno (1556 - 1629) convierte en Basílica de planta longitudinal, que Gian Lorenzo Bernini (Nápoles 1598 - Roma 1680).
El tipo permite una perspectiva histórica de donde extraemos un esquema común. El origen del tipo tiene un valor, pues es la conmemoración, el homenaje o la actividad que ha originado la construcción, lo que provoca su creación.

El arquetipo. Las matrices elementales del origen del tipo. Los primeros tipos.
EL arquetipo, analiza el origen, a través de los significados y sus derivadas del tipo.
La metáfora de la construcción de la casa del hombre primitivo de Le Corbusier, sobre cómo elige un lugar en el bosque, cerca del río, un claro de bosque, la construcción de la empalizada, del recinto, dentro del cual construye la cabaña, tienda o el primer templo para el culto, situándolo en el centro del recinto, representado por una construcción textil, sujeta con cuerdas fijas al terreno con estacas. Según Le Corbusier, gran teórico e impulsor del Movimiento Moderno, con la definición, de lo que podríamos denominar el arquetipo, fundamenta las bases de su teoría sobre la arquitectura. La casa, el lugar, el homenaje, de forma similar a las referencias que Le Corbusier conoce a través de la lectura histórica del origen de las construcciones.
Giorgio Grassi (entre otros autores que desarrollan esta teoría) en su “La construzione logica dell´architettura” (1967) analiza el proceso organizado de la arquitectura, sumando conceptos para la fundamentación de la teoría, donde su comprensión es necesaria, analizando y entendiendo la progresión a través de la historia.

La metáfora del claro del bosque. La elección del lugar representando la creencia y la racionalidad representada en el claro, frente a la oscuridad, la duda, la desorientación y la mitología representado en el bosque.
Las obras mas representativas de Alvar Aalto (maisón carré), o la Villa Saboye de Le corbusier, o la representación de la fundación de la ciudad Norteamericana de Savannah (s.XVII).


Maisón Carré (Alvar Aalto)

Fundación de Savannah (EEUU)

Villa Saboye (Le Corbusier)
El bosque no es un arquetipo, no obstante su simbolismo ha sido representado en construcciones que si pueden considerarse arquetipos, como la padana romana, o la mezquita musulmana como espacios construídos con la repetición de pórticos de pilares de altura, creando espacios de sombra incluso oscuridad, realizados para la meditación o iniciación a los ritos. Éste ha sido repetido en multiples ejempos, no siempre relacionados con la meditación o el culto, pero buscando en ellos la conmemoración de un espacio que crea una sensación, similar al espacio en el bosque. De la misma manera que del espacio original el camino en el bosque, lo vemos representado en la planta longitudinal de la basílica, con su culmen en representación gótica.

El tipo, el origen de la forma.
Su materialización a través del lenguaje que representa, según el contexto y el lugar, el arquetipo como se transforma en el lenguaje.

La arquitectura Egipcia, donde las construcciones en roca y bajo tierra, simbolizado en el enterramiento, dan origen a su representación, buscando en los muros construidos, la masividad encontrada bajo tierra. Donde los pilares y pórticos, mantienen el recuerdo a su origen, el muro y las formas rectas, de luces cortas y soportes sobredimensionados.

La arquitectura Griega, representando en piedra su origen, la construcción en madera. La transformación de los templos originalmente de madera en construcciones de piedra, pero manteniendo su representatividad original, los triglifos, el éntasis de los pilares, representando la trasmisión de las cargas a través del material. Y cómo se construye el muro en un segundo plano, dándole todo el protagonismo al pilar, el bosque, dentro del cual se forma un recinto donde se sitúa la cabaña, en el claro del bosque.

Construcciones que rememoran éste simbolismo como “la colina de la reflexión” del Cementerio del Bosque de Estocolmo de Erik Gunnar Asplund (1885  1940) arquitecto sueco, conocido por representar la arquitectura neoclásica sueca de los años 1920 y su colaborador habitual Sigurd Lewerentz, arquitecto sueco (1885-1975), representan, el recinto rodeado de arboles. O en su capilla en el  bosque…

Colina para la reflexión en el cementerio del Bosque (E.G. Asplund & S. Lewerentz)

Capilla en el Bosque (E. G. Asplund)

 Templo griego del Hephaisteion en el ágora de Atenas, el templo de Apolo en Mileto son las representaciones clásicas, del recinto, el bosque y el homenaje a la deidad dentro del mismo.

El lenguaje. Del tipo a su representación.

Recorrido evolutivo desde el templo a la basílica romana, el foro romano, la basílica cristiana,  su idea fundacional, “el recorrido” o la procesión creando un eje longitudinal, como argumento principal. El arco, del pórtico, al arco en el pórtico, su construcción y problemática para conseguir con lógica constructiva la realización de un símbolo “mas” romano, como el arco del triunfo (dos arquitrabes coronados con el arco central). De la planta basilical, sus “ordenes”, y la introducción de la luz la espacio representativo, a la representación gótica. El renacimiento como trasformación de la arquitectura medieval y sus herencias (el gótico), y la recuperación del símbolo de la construcción romana, la primacía del muro, sobre la columna. El arco, apoyado sobre el muro, con la culminación de la obra de Alberti en Santa Andrea de Mantua representando el espacio extraído de los dibujos sobre las termas de Diocleciano.
 San Andres, Mantua (Alberti)
Termas de Diocleciano.
- Las Termas de Diocleciano (Thermae Diocletiani) fueron los más destacados baños termales de la Antigua Roma, con capacidad para más de 3.000 personas. En el año 298 d. C. se encargan los trabajos para un gran balneario, promovidas por el emperador Diocleciano.2 Las termas datan del año 305 d. C., y fueron completadas durante el mandato de varios emperadores. Las Termas de Diocleciano continuaron siendo utilizadas hasta que los godos interrumpieron el flujo de agua de los acueductos que las surtían en 537. Diocleciano fue acusado por la muerte de miles de cristianos condenados a trabajos forzados en la construcción de las termas. Al término de las obras, en el año 305, abdicó.2 En el 1561, el papa Pío IVmandaría construir a Miguel Ángel una iglesia en memoria de esos mártires en el propio espacio de las termas: Santa María de los Ángeles y de los Mártires. En noviembre de 2008, el aula X de las termas se abrió de nuevo al público tras 30 años de trabajos de restauración.3
- La Basílica de San Andrés (Sant'Andrea en italiano) es una iglesia renacentista en Mantua, Lombardía (Italia). Encargada por Luis II Gonzaga, la iglesia se emprendió en 1462 según diseños de Leon Battista Alberti en un lugar ocupado por un monasterio benedictino, del que sólo queda el campanario (1414). El edificio, sin embargo, sólo fue terminado 328 años después. Aunque cambios posteriores alteraron el diseño de Alberti, la iglesia aún se considera una de las obras más completas de Alberti.


Daniel Carballo, arkitektoa




No hay comentarios:

Publicar un comentario