ELEGIRSE A LOS
MAESTROS ANTÍGUOS …y porqué
Plano
de Imola (1502) by Leonardo Da Vinci
Leonardo da Vinci (Leonardo di ser Piero da Vinci). Vinci 1452 – Cloux 1519
Notable
polímata del renacimiento italiano.
Polimata: «que conoce, comprende o sabe
mucho». Un
individuo que destaca en diversas ramas del saber. El término se refiere a
personas cuyos conocimientos no están restringidos a un área concreta, sino que
dominan diferentes disciplinas, generalmente las artes y las ciencias.
Iniciado
en las artes como pintor, fue anatomista, arquitecto, artista, botánico,
científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y
urbanista.
Si
Leonardo da Vinci buscara ayudantes, no dudaría en presentarme para ser
discípulo suyo.
Lo que yo entiendo
por maestro antiguo.
Aquel
personaje histórico al que se tiene gran admiración por su obra, por su vida o
por su legado. Si su figura ha llegado a nuestros días, será por que en su
época debió tener gran trascendencia y ser una persona con gran talento.
Podría
decir que fue mi primer maestro de dibujo de anatomía (por fascículos), aunque
posteriormente me dejara llevar por la frescura de F. Ibañez o de Quino. Como
arquitecto, ingeniero y urbanista, no he conocido ni grandes obras, ni alguna
que haya trascendido en la historia de la arquitectura; no obstante su
capacidad creativa en diferentes ámbitos, incluyendo el “estudio de la ciudad
ideal”, los planos de “nuevos cauces fluviales en la Toscana”, su fascinación
por el agua, además de sus diseños, dibujos y pinturas, le convierten en mi
admirado maestro.
Admiro
la época renacentista. Su arquitectura, urbanismo y estética.
Admiro
al maestro da Vinci, por su versatilidad y capacidad creativa; de cómo
evoluciona en base a los diferentes encargos.
Cuando
Leonardo da Vinci se convierte en un icono del arte, de la ciencia, incluso del
pensamiento, en mi opinión es el personaje mas destacado de una época como el
renacimiento.
Por
ello solo puedo referirme a un maestro.
Creo
que un arquitecto es ante todo un técnico, con necesarias inquietudes
artísticas. Y su labor es diseñar y organizar como realizar el diseño, en base
a las necesidades del que le encarga el trabajo. Esto supone, además de las
capacidades propias de un técnico, las capacidades de un creativo que sepa
armonizar todos los elementos que configuran el trabajo, sea el diseño de un
edificio, plaza o ciudad. Los que habiten los espacios y lugares construidos a
partir de un diseño, serán quienes den el verdadero valor al trabajo realizado.
El desprecio o la admiración hacia el trabajo de un autor, no debería ser el
resultado de una opinión meramente estética o técnica, si no la suma de
diferentes percepciones, desde su uso, su imagen, su calidad, además de su trascendencia
más allá de las épocas, del propio entorno urbano o cultural.
Podría
decir que he elegido a un pintor con inquietudes técnicas y científicas, como
mi maestro. Mi gran referente, sobre otros arquitectos, que podría haber
elegido como maestros, pero yo, antes de ser arquitecto, ya conocía a Leonardo
da Vinci, porque me enseñaba a dibujar (por fascículos).
No
he elegido a mi maestro en arquitectura. He elegido a mi maestro; que sabe de
arquitectura, de pintura, escultura, botánica, ingeniería y anatomía, entre
otras cosas.
La época marca el
perfil de los autores.
En
el renacimiento los maestros en las artes, dominaban diferentes técnicas
(pintura, escultura, arquitectura, música…). La época que nos ha tocado vivir,
la especialización es una fórmula diseñada por nuestra sociedad. Un maestro
renacentista en el siglo XXI, podría ser un gran profesor universitario,
seguramente de bellas artes o de arquitectura, o de la disciplina que quisiera;
pero no llegaría a tener la influencia que tuvieron en su época.
O
quizá me equivoque.
Daniel
Carballo Ostolaza,
arkitektoa

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